Nuestro fundador, el científico mexicano Aurelio López Bassocco, basado en investigaciones realizadas por el Instituto del Agua en Japón acerca de una novedosa sustancia denominada “agua reducida”, inició sus desarrollos en 1992 hasta que logró patentar en 1998 dos sustancias que revolucionarían el mercado de la salud a principios del siglo veintiuno.
La primera de ellas fue patentada bajo del nombre de “Microagua Alcalina”. Como su nombre lo indica es muy alcalina y contiene gran cantidad de iones y electrolitos alcalinos, así como una gran carga de electrones que le dan su carácter antioxidante. Esta “agua alcalina”, como la llamamos regularmente, es el tratamiento más novedoso contra las enfermedades degenerativas y los padecimientos que resultan inexplicables, pues restaura las condiciones óptimas del entorno celular y restablece el balance que se pierde con el paso del tiempo.
La segunda sustancia esta patentada con el nombre de “Microagua ácida” y es opuesta a la anterior por su elevado potencial ácido y alto poder oxidante. Por consiguiente, esta agua ácida guarda un gran poder destructivo contra agentes infecciosos y microorganismos en general. Es absolutamente inofensiva para el ser humano, por lo que se emplea en procesos de desinfección, asepsia y esterilización.
Siempre investigando e inovando
La Microagua, material fundamental e inmensa ventaja.
El uso de la microagua se extendió en el Japón en los años noventas. El éxito inicial se debió a sus tremendas propiedades antioxidantes y con el paso del tiempo se pudo comprobar su efectividad en el mejoramiento gradual de la salud. Se llama microagua porque se obtiene de un proceso sencillo denominado electrólisis, que consiste en introducir una corriente eléctrica directa en agua natural. Los minerales naturales que contiene serán atraídos al polo positivo si son alcalinos; mientras que los compuestos ácidos llegarán al polo negativo. Algo muy curioso ocurre durante esta electrólisis: El tamaño de los racimos de las moléculas de esta agua, se reduce, por eso el nombre de “microagua”, agua pequeña.
Imaginemos dos racimos de uvas, uno con 19 uvas y el otro con sólo 5, a simple vista se nota la diferencia en tamaño y en peso. Ahora imaginemos que debemos meter esas uvas por unos tubos delgados, los racimos más pequeños entrarán y pasarán con mayor facilidad.
Exactamente esto es lo maravilloso de la microagua, pues cuando entra en el organismo, su reducida estructura molecular le permite llegar muy rápido hasta los lugares más recónditos de los vasos capilares microscópicos que existen en nuestro cuerpo, ejerciendo una poderosa acción hidratante, limpiadora y restauradora.
Los minerales alcalinos positivamente cargados pasan a través de una membrana y expulsan un átomo de hidrógeno de una molécula de agua y se une con iones hidroxilo (OH-
Nuestros métodos siguen los mismos mecanismos que sigue la naturaleza: Primero limpiando y luego restaurando las condiciones y el balance de los componentes, alcalinizando lo ácido y revirtiendo la oxidación, hidratando la resequedad, oxigenando la sangre, combatiendo los radicales libres del cuerpo para crear las condiciones perfectas para una excelente regeneración celular. Nosotros vamos en contra del uso de fármacos que se acumulan, generan dependencia, ocasionan efectos secundarios y sólo duran el tiempo que tardan en cruzar el interior del organismo. Nuestro esfuerzo es avalado por miles de testimonios de nuestros clientes, pruebas de laboratorio e investigación científica.